"Me ahogo en la desesperanza de los fenómenos sísmicos
y por las calles huye el viento cual perro apedreado"
Tristan Tzara
I
Un polo decidió cortarse la perspicacia
Parangón inaudito entre él y ellas, las automáticas
El iracundo tomó las redes
Magullándote
Acércate a la catarata, aquí llueve cieno
Aquí te esperan los rusos tajados y sus rojas sienes
La inconclusa vertiginosidad, el perro lóbrego y auto-tachado
Los arroyos de la furtiva incandescencia en el bolsillo
Todos te esperan sin esperarte
Yo preferiría que no vinieras
II
Amarrada a la espalda de la fobia, sigues y sigues
El bello limaco asesora a las nefastas muchachas
¿Qué le pasó al mismísimo desencanto?
Parece haber tomado pastillas para incrementarse
Yo se las suministré en un vaso de primavera muerta
Ahora lo recuerdo
También recuerdo a Charles Mingus alborotando el desconsuelo
Rita se cubrió los ojos con líneas negras
Ah, lovely Rita, constipadas tus peras
Los omóplatos rasgados por los tridentes
Y lo equívoco es lo que trasciende
Corrosivo como los chicos bañistas bajo los soles de Saturno
Yo abracé a Leonard cuando susurró: “I’ve seen the future, baby
It is murder”
III
Sexy garbage
Todo te tragas
Incluso a las falanges del estupor
Al horror embotellado, a la paciencia
A todos los vampiritos de la alacena
Al camino que se prende en llamas para apagarse
A tí misma, espuria!
Menos a mí
Tu básico retroceso anuda cebollas y grasa en grumos
El contoneo subyace bajo la parálisis aparente
Allí donde no llega tu discernir
Asquerosas legumbres han ametrallado la senda
Mi aullido te empala sin aplausos
IV
Mi cama te espera, Humphrey
¿Por qué tardas?
Ven para que hagamos destellar nuestros albornoces
Dame el desastre de tus pupilas
Acuchíllame dando tumbos
Muerde el anzuelo de mi tibia seducción
Mi tren desbocado
¿Por qué tardas, Humphrey?
Creo que mi hedor te aburre
Creo que mis ganas te tienen sin cuidado
Creo que ya no te espero, Humphrey
Hola Rentboy, hola Iggy, hola pena
¡Que venga cualquiera de ustedes a lamer mis carnes abiertas y pestilentes!
V
Lo oneroso siempre vuelve
Una pesadilla es una jarra de leche verde espumosa
Yo dejé mi corazón debajo de la cama, y tú?
Disparatar el aire
Un latido en el dedo pulgar del pie
No hay nada más que hacer en Jerusalén que matar el cenit
Cuando ella atravesó a la garza, los tambores se detuvieron
Nada retomó su sonido
En tus manos abiertas, pongo mi polución, mi turbulencia
El relámpago ya nos despedazó
Hace siglos
Horas
Minutos lentos
Cae la soga sobre las vísceras tenues